En la actualidad, las ciudades fronterizas del norte de México se caracterizan por niveles de actividad económica y de empleo que están por encima de la media nacional. Sin embargo, estos indicadores económicos no se reflejan en el nivel de vida de sus pobladores ya que existen diferencias en los estándares de bienestar. Es el caso, por ejemplo, de los niveles de consumo, uno de los aspectos fundamentales de la reproducción social de los hogares. Este es precisamente el tema del libro que Guadalupe Ortega Villa nos presenta, y que muestra un renovado y necesario interés por el estudio del consumo desde la perspectiva de los hogares. Se trata de un excelente trabajo que bajo una concepción del consumo como uso de recursos monetarios y no monetarios, y su articulación con actividades de obtención y distribución de recursos del hogar, analiza las estrategias de consumo de hogares pobres de Mexicali a partir de las dimensiones de clase, género y transfronterización, y con base en la voz de las mujeres que representan las experiencias de consumo de un grupo de familias pertenecientes a una colonia popular, como parte de sus respuestas al cambio económico y social en esta ciudad fronteriza.